La electrificación y los combustibles alternativos también están llegando a nuestra región, que posee un enorme potencial para su producción. Así como Chile fue elegida por Porsche para instalar la planta de elaboración de su e-fuel (ver nota) y en Argentina hay grandes reservas de litio, mineral esencial para la fabricación de baterías, en Brasil resulta muy atractiva la utilización de etanol ya no solo para la producción de bioetanol, sino también para el hidrógeno. Así lo plantea Toyota que anunció una alianza con otras empresas para avanzar en este proyecto.
El objetivo es ambicioso, pero realmente posible: la firma japonesa busca viabilizar la producción de hidrógeno “verde” (obtenido de fuentes renovables) a una escala industrial para abastecer a sus vehículos FCEV (eléctricos a pila de combustible de hidrógeno). Para ello, la compañía firmó un acuerdo de Investigación y Desarrollo con Shell Brasil, Raízen, Hytron, la Universidad de Sao Paulo, el Centro de Desarrollo para la Innovación en Gases de Efecto Invernadero y el SENAI. Como parte de esta alianza, la marca cederá una unidad del Mirai FCEV para ser utilizado en pruebas que permitan comprobar la performance de un vehículo impulsado por el hidrógeno producido a partir del etanol. El combustible también será utilizado por tres ómnibus que circularán en la Ciudad Universitaria de Sao Paulo.