El presente estudio analizó los materiales utilizados en sistemas constructivos para vivienda en distintas regiones climáticas de México, evaluando sus propiedades térmicas y físicas con base en su impacto en el desempeño energético de la edificación. Se empleó una metodología comparativa que combinó análisis bibliográfico, normativas nacionales e interpolación simple para identificar patrones por entidad. Los resultados revelan que en Tijuana (clima seco), el adobe y bloque ligero son más adecuados por su baja conductividad y buena capacidad de aislamiento. En Tuxtla Gutiérrez (clima cálido subhúmedo), se recomienda el uso de materiales como madera y bloque ligero, que retardan la propagación del calor. En Cuernavaca (templado subhúmedo), materiales con baja difusividad térmica como la madera y ciertos morteros ofrecen mayor confort térmico. Para Orizaba (zona templada con influencia fría), ladrillo y hormigón actúan como materiales intermedios frente a variaciones térmicas. El estudio destaca la importancia de adecuar la selección de materiales al contexto climático local, superando las recomendaciones genéricas. Se recomienda profundizar en estudios experimentales regionales y actualizar las normativas para incluir materiales industriales con evidencia de buen desempeño térmico
