Guia BUSCA
L os Protocolos basados en evidencia para la búsqueda de personas desaparecidas pretenden posicionar una visión de la praxis forense basada en evidencia. Por muchos años, las ciencias forenses han estado dominadas por directrices basadas en juicios personales, en la experiencia o en suposiciones no basadas en evidencia científica, lo que resulta en muchos casos mal fundamentados o la permisividad de pruebas sin sustento científico. Un punto de clivaje para esta tradición fue la publicación del Informe para el fortalecimiento de las ciencias forenses de Estados Unidos en 2009, que realizó una crítica sin precedentes a la praxis forense en dicho país. Su primera recomendación enuncia la necesidad de “establecer y hacer cumplir las mejores prácticas para la ciencia forense profesionales y laboratorios”. Además, desarrolla un punto de mejores prácticas y estándares donde se especifica que “aunque ha habido esfuerzos notables para lograr la estandarización y desarrollar las mejores prácticas en algunas disciplinas de las ciencias forenses, la mayoría de las disciplinas aún carecen de las mejores prácticas o cualquier estructura coherente para el cumplimiento de las normas de funcionamiento”. En este sentido, la publicación retoma los fundamentos de Archie Cochrane, quien en 1972 publicó el libro Effectiveness and Efficiency: Random Reflections on Health Services donde expone diversas preocupaciones y críticas a la falta de orientación y evidencia científica en la práctica médica; esto en relación tanto a la efectividad de los tratamientos como al uso adecuado de los recursos (médicos, de enfermería, equipos, etc.). Su publicación generó un profundo debate en las ciencias médicas de la época y permitió la conformación de la Medicina Basada en Evidencia (MBE), definida en 1990 por Gordon Guyatt. A partir de dicha delimitación epistémica, el número de artículos referentes al tema se incrementó linealmente, como lo demuestra el estudio de Claridge et al., (2005). La utilidad de la MBE ha profundizado su aplicación en diversas áreas, consolidándose cada vez más, por lo que el objetivo de la presente publicación es retomar su perspectiva y construir directrices de praxis forense por medio de la revisión sistemática de evidencia científica, a través de la metodología GRADE (Grading of Recommendations, Assessment, Development and Evaluations), su clasificación por jerarquía de evidencia (calidad) e incluyendo su recomendación por medio de niveles o grados de recomendación (intensidad). Así, el producto de cada protocolo incluido en la presente está sustentado en evidencia científica que puede ser consultada y revisada por cada lector (metaanálisis), estandarizando y mejorando la práctica forense en la búsqueda de personas. En el Laboratorio de Antropología y Odontología Forense (LAOF) de la licenciatura en Ciencia Forense de la Facultad de Medicina de la UNAM hemos construido líneas de investigación dedicadas a la innovación de estándares de identificación humana y generando directrices para la práctica forense, en este caso de la búsqueda de personas. En 2016 se recibió ii el apoyo de un proyecto para la Atención de Problemas Nacionales de Conacyt (PN-2518- 2016), que permitió el desarrollo de la línea de intervención en cementerios y que terminó en esta publicación. Además de Ciencia Forense, los Protocolos basados en evidencia para la búsqueda de personas desaparecidas reunen investigaciones de otros académicos, quienes han confiado la publicación de sus protocolos a esta obra modular. El equipo de la subdirección de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en esta publicación, liderado por la arqueóloga Pamela Lara, presenta un protocolo sobre Prospección subacuática en aguas abiertas, donde se colige la experiencia del trabajo arqueológico que ellos desarrollan y lo delimitan para presentar las primeras directrices de aplicación en intervenciones de búsqueda forense. También, el equipo de trabajo del Instituto de Geofísica y de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, liderado por la doctora Ana Caccavari, presenta el protocolo de Prospección geofísica somera aplicada en búsqueda forense, donde se resume la investigación realizada por ellos para emplear diversas técnicas geofísicas y de prospección sísmica para la localización de perturbaciones en el terreno, compatibles con modificaciones antropogénicas ilegales. Finalmente, el equipo del Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (CentroGeo), liderados por el doctor José Luis Silván, presenta el protocolo Detección y prospección por medio de vehículos aéreos no tripulados y tecnologías geoespaciales, que permite la estandarización de numerosas investigaciones geoespaciales y de sensores remotos para la obtención de información determinante para la intervención en la búsqueda de personas. La publicación es el primer paso a su consolidación, la crítica que pueda recibir de profesionales, académicos, expertos, familiares de desaparecidos, oficiales de búsqueda, policías o cualquier personal profesional en la cadena multidisciplinar de la búsqueda de personas, permitirá la consolidación y mejora continua de esta obra. La búsqueda de personas es un desafío multidimensional y un escenario complejo, que requiere de la constante actualización de sus directrices operativas para intervención. La búsqueda entonces al ser una emergencia debe ser desarrollada con profesionalismo y alto estándar de evidencia, de esta forma, se predicen los mejores resultados para el retorno de personas desaparecidas con sus familias. Con este libro se espera que los lectores encuentren respuestas a sus preguntas técnicas, que permita su inclusión en cursos de formación de búsqueda de personas y que ayude a los familiares a integrar lo aquí sugerido a sus procesos de búsqueda. Mirsha Quinto-Sánchez