Artículo científico
La presencia de fitoplancton en los tejidos corporales resulta uno de los indicadores más confiables de muerte por sumersión. Aún en las situaciones en las que sólo quedaran restos esqueléticos sería posible determinar la presencia de diatomeas en la médula ósea. Durante el transcurso de la sumersión, las partículas cuyo tamaño sea menor a 30-40 micrones podrán atravesar la interfase alveolo-capilar e ingresar a la circulación del cuerpo. Es por ello que el zooplancton no suele pasar por los alvéolos capilares debido su mayor tamaño, y solo se encuentran ejemplares del fitoplancton en una muestra de sangre extraída de la cavidad cardiovascular de una víctima de ahogamiento. En el área forense se suelen encontrar en las muestras, asociadas a esporas y granos de polen continentales, formas microscópicas dulceaquícolas y marinas, entre las que podemos mencionar el fitoplancton representado por algas, dinoflagelados, acritarcos y zooplancton (Povilauskas, 2016; 2019a; 2019b). De la Limnología, ciencia que se encarga del estudio de la ecología de cuerpos de agua dulce, la principal fuente de información aplicable a la investigación con la palinología forense, tiene que ver con la caracterización de plantas acuáticas y algas (diatomeas). La presencia de diatomeas, esporas o polen de origen acuático en la médula de los huesos de una víctima es indicativa de la muerte por sumersión en un cuerpo natural de agua dulce, estas partículas son incorporadas a los pulmones y de ahí pasan al torrente sanguíneo y son enviadas a los diferentes órganos y partes del cuerpo.