Desde que en 1922 Mª Ascensión Chirivella se licenció en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia, la presencia de mujeres en las facultades de Derecho no ha dejado de ir en aumento, hasta ser hoy día mayoría en todas las universidades. Pero, al analizar si la presencia mayoritaria de mujeres en las universidades tiene su correlato en el ejercicio de las profesiones jurídicas, los datos son dispares. Un sistema jurídico pleno y equilibrado exige el trabajo conjunto de mujeres y hombres juristas, de ahí la necesidad de incrementar la presencia y visibilidad de las mujeres en la elaboración e interpretación de sus normas. En este artículo se analizan los datos de la presencia de las mujeres como estudiantes y como profesionales del Derecho. Partiendo del análisis de estos datos, se proponen acciones para que, ya desde las facultades de Derecho, se afronten nuevos retos educativos, incidiendo en la necesaria participación de la mujer en el Derecho y se contribuya a una mayor visibilidad de su aportación. Al ser el Derecho una de las principales herramientas al servicio de la mejor convivencia, la trascendencia social derivada del resultado de estas acciones es decisiva para un futuro mejor.

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